En la mesa estuvieron Oscar Salazar, Presidente de A.V. Centro, que actuó de moderador, Ricardo de Luis Carballada, Director de la Editorial San Esteban, editora del libro, y José Antonio Lobo y Dulce Carrera, por la Secretaría Técnica.
Tras la presentación de la mesa el moderador dio la palabra a José Antonio Lobo, que explicó las razones y significado del acto. Se trataba de algo más que de la presentación del libro, pues se buscaba ante todo reivindicar la trayectoria vital de Bernardo Cuesta, su forma de entender y vivir la fe y el carisma dominicano a través de la implicación y el compromiso en diversos campos: la enseñanza de la moral en la Facultad de San Esteban y en la Escuela de Teología, la promoción religiosa y socios cultural de la zona cercana a Salamanca, “Las Villas”, desde una comunidad dominicana inserta en el medio rural, en cuya fundación participó siendo todavía estudiante de teología, en 1980, y desde Acción Verapaz, de la que fue cofundador y Presidente hasta su muerte. Insistió mucho en una idea, que se repitió a lo largo del acto: Bernardo fue no sólo un guía intelectual desde sus escritos, la labor de profesor, de agente de pastoral, de formador de voluntarios Acción Verapaz y Cáritas Salamanca, sino también un maestro de vida, pues por la coherencia en él entre pensamiento y acción, palabras y hechos, abrió caminos que otros muchos se han sentido invitados a seguir. Aquí radica la razón del título del libro: “Rutas para el camino”.
Acto seguido Dulce presentó un PowerPoint, elaborado en la Secretaría, resumiendo el hilo conductor, los apartados y capítulos del libro, que sirvieron para que, quien no lo hubiera leído todavía, pudiera hacerse un idea de lo que se iba a encontrar en él. Luego José Antonio glosó esos apartados.
El Director de la Editorial expuso a continuación la razón de ser de un libro, al menos del tipo de libros como el que se presentaba, que es ayudarnos a pensar y también a encontrar sentido para nuestra vida. Indicó que iniciaba una nueva colección de la Editorial, denominada “Aljibes” y que el libro “Rutas para el camino” podrá cumplir perfectamente con esas funciones.
La sesión se cerró con la presentación de otro PowerPoint hecho sobre el texto del Epílogo del libro, redactado por Quintín García, compañero de comunidad desde el comienzo de la experiencia y amigo de Bernardo. Todo parece indicar que caló en los asistentes, pues algunos comentaban: “no conocí personalmente a Bernardo, pero me ayudó a descubrir y su talante vital”.