Carta abierta de los obispos a los gobiernos del G8

Los presidentes de las conferencias episcopales de los países miembros del G8 redactaron una carta abierta en la que exhortan a sus gobiernos a “asumir sus responsabilidades en la promoción del diálogo con el resto de potencias económicas para prevenir nuevas crisis financieras”.

La petición fue hecha días antes del próximo encuentro del G8 que se celebrará en L´Aquila, Italia, del 8 al 10 de julio.

Los firmantes también exigen a los gobiernos que cumplan “sus compromisos de aumentar las ayudas al desarrollo para reducir la pobreza global y alcanzar los Objetivos del Milenio, especialmente en los países africanos”.

Al exhortar a los políticos a tomar “medidas compartidas para proteger a los más pobres y ayudar a los países en vías de desarrollo”, los obispos recordaron la advertencia del Papa Benedico XVI que, ante la cumbre del G20, señaló que la crisis actual había creado “el fantasma de la suspensión o de la drástica reducción de los planes de ayuda internacional, especialmente para África”.

“La ayuda al desarrollo, incluyendo las condiciones comerciales y financieras favorables a los países menos desarrollados y más endeudados, no ha sido la causa de la crisis y por una razón de justicia fundamental, tampoco deben ser sus víctimas”, continúa el texto.

Los prelados destacan la necesidad de profundizar las relaciones con los países en vías de desarrollo “de manera que aquellos pueblos puedan volverse agentes activos de su propio crecimiento, participando en las reformas políticas, gubernamentales, económicas y sociales al servicio del bien común”.

De manera particular, agregan, “es importante reforzar los procesos de mantenimiento de la paz de manera que los conflictos armados no sigan privando a los países de los recursos necesarios para el desarrollo”.

También señalan los obispos que “los países pobres, que menos han contribuido como agentes responsables del cambio climático, son los que corren mayores peligros por las graves consecuencias de este fenómeno”, razón por la cual el G8 debe fijar “compromisos concretos” y crear “mecanismos para mitigar cambios climáticos más agudos, ayudando a los pobres a adecuarse a estos efectos y a adoptar tecnologías adecuadas para un desarrollo sostenible”.

“Proteger a los desheredados y al planeta no son ideales que se oponen entre sí, sino prioridades morales de todas las personas de este mundo”, concluyen los firmantes de la carta.

Fuente: Mundo Negro digital

 

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